Lic.
Nancy I. López
Vista panorámica del distrito de Salpo
Creado el 24 de diciembre de
1847 por el gobierno de Ramón Castilla de Marquesado, es uno de los distritos
de la provincia de Otuzco – La Libertad.
SALPO, deriva del quechua “Challpu” que significa “hacer sonar el agua”.
Situado a 78° 40’ longitud oeste y 7° 58’ de latitud sur, entre 3400 y 3500
m.s.n.m., limita por el este con Mache y Agallpampa, por el oeste con Poroto y
Laredo, por el norte con Otuzco y por el sur con Carabamba. El distrito de
Salpo, está rodeado por los caseríos de Shulgón, Bellavista, Chanchacap,
Chepen, Cochaya, Cogón, Cotra, El Cauro, El Sauco, Leoncio Prado, Naranjal,
Pagash, Paragaday, Plaza Pampa, Purrupampa, San Miguel, Sixa, entre otros.
Salpo se ubica en las faldas
del cerro Ragash, éste es el más alto de la región, convirtiéndose en un extraordinario mirador de
la Libertad, desde este lugar se puede visualizar todo el paisaje de la costa y
la sierra. En Salpo también encontramos
el cerro "La Calva", donde existen restos de la cultura
Cuydista, situados allí por su riqueza agrícola, también ofrece una
impresionante vista de la región.
Coliseo para "la corrida de toros", - artesanal
Campo deportivo - artesanal
Excavaciones para extraer los minerales - ingreso de Salpo
Durante los años 50, sus
actividades estaban ligadas a la actividad minera con la empresa minera Northen
Peru Copper Corporation, su salida genera un incremento en la actividad
agrícola; sin embargo, el año 2000 la empresa minera Buenaventura intenta la
extracción de oro, luego de un largo trabajo no obtienen buenos resultados, lo
que motivó su abandono, estos intentos incrementaron la minería informal con la
extracción de oro y plata.
En
la actualidad, la minería informal se ha convertido en su principal actividad
económica, un trabajo que genera ingresos para los inversionistas, más no para
la población. Los conflictos en el distrito se tornan violentos, poniendo en
peligro la vida de los pobladores. Los ambientes usados para el lavado de los
minerales se encuentran en el pueblo, exponiendo a sus habitantes a la
contaminación por el uso de químicos que pueden causar la muerte.
Excavaciones para extraer los minerales - ingreso de Salpo
Excavaciones y laboratorios artesanales para extraer y limpiar los minerales
La agricultura, es una actividad que no
genera ingresos económicos suficientes para satisfacer todas sus necesidades,
el cultivo de sus tierras es de subsistencia o para el intercambio con
productos de consumo como: arroz, azúcar, fideos, fruta, entre otros usados en
su alimentación. La crianza de animales, es otra actividad económica
tradicional de las familias; sin embargo, no es muy rentable.
Su paisaje es impresionante,
las maravillas naturales que rodea el distrito de Salpo decoran cada espacio.
Nuestro recorrido se hace interesante cuando se visibiliza un paisaje natural
con abundante flora y fauna. Además, cuenta con una gama de restos
arqueológicos que forman parte del atractivo.
Actividad Agrícola en Salpo
Niños, pobladores del distrito de Salpo
En educación: los niños y niñas no cuentan
con una formación adecuada, con proyección a seguir una carrera profesional.
Esto limita su desarrollo personal, quedándose en su pueblo, para continuar con
pocas posibilidades de empleo temporal y en muchos casos son explotados como
mano de obra en la minería informal. En salud: no cuentan con
implementación suficiente para tratar emergencias o pacientes con enfermedades
graves. La inseguridad, se ha incrementado en los últimos años, a raíz
de la llegada de obreros que brindan sus servicios en las mineras.
Flores características de Salpo
Flores características de Salpo
Flores características de Salpo
Flores características de Salpo
Flores características de Salpo
Flores características de Salpo
Cementerio General del distrito de Salpo
Municipalidad Distrital de Salpo
Mi experiencia en Salpo: Los pobladores nos saludan
con especial atención, irradiando su sencillez y humildad, concentrados en su
quehacer diario. Cuando ingresamos al mercado, éste se encontraba prácticamente
vacío, pero nos atrajo porque en una pequeña pizarra decía: “CALDO DE CABEZA”,
fue entonces que no lo pensamos más e ingresamos, una señora muy amable nos
atiende y nos sirve un caldo calientito y delicioso, además tenía un pequeño
puesto, donde expendía frutas, productos de primera necesidad, golosinas, entre
otros productos; fue entonces que me acerqué a conversar con ella, quien estaba
concentrada cortado pescado en pequeños trozos, le pregunté ¿qué pasó? Porque
no hay más gente y casi todos los puestos estaban vacíos, entonces con tristeza
me respondió: “ya no vienen, desde la fiesta porque nos dijeron que
desocupemos, porque aquí se tenía que repartir la comida, desde ahí ya no
regresaron, solo el señor que está allá (refiriéndose a otro señor que vendía
plásticos) y yo, pero tengo miedo cuando el señor no viene porque vayan a venir
a robar, sólo cuando él está me siento tranquila”. Me llamó la atención que en
un pueblo aparentemente tranquilo haya delincuentes, entonces volví a
preguntarle, señito ¿también roban por aquí?, la señora me dijo: “sí, esa gente
que viene a trabajar en las minas”. Siguió la plática por unos minutos más,
pero ya tenía que emprender el camino hacia el objetivo “las minas”, mi interés
creció en ello, pues allí había un grave problema.
Emprendimos el camino con el
equipo de trabajo y mientras ellos discutían sobre los restos que deben
encontrar, el circuito turístico que se puede construir, la historia que debe
reconstruirse, entre otros temas de acuerdo a sus especialidades, yo pensaba en
¿qué está pasando?, y porque todo se ve tan tranquilo, cuando veía mucha
pobreza en algunos hogares. Ironía en un lugar de donde se extrae el oro y la
plata, mineral que alimenta la vanidad de muchos hombres y mujeres en pueblos y
ciudades.
Las interrogantes afloraban a
cada paso: ¿Qué pasó?, ¿Qué piensa la gente que explota el lugar?, ¿acaso no les importa la vida de estos
pobladores?, ¿Qué hacen los representantes gubernamentales, las autoridades?,
¿qué hacen los profesionales que visitan el lugar? Pero sobre todo y lo más
importante ¿Qué debo hacer yo? Para resolver estos grandes problemas y sobre
todo para evitar que Salpo termine siendo un pueblo fantasma, como ha ocurrido
en otro lugares a consecuencia de la explotación minera.
A manera de conclusión:
El problema de contaminación
ambiental está en todas partes, es una actividad económica que genera
rentabilidad para los inversionistas, y sería equitativo si estos ingresos
también formaran parte de un programa que beneficie a la comunidad. Los pueblos
que han tenido la “fortuna” de albergar minerales, son los más perjudicados,
la actividad extractiva no mide las
consecuencias, mucho menos el daño irreversible a la población.
En primera instancia, es
responsabilidad del gobierno local, implementar estrategias para que estas
explotaciones no sólo dejen rezagos de un pueblo, sino que reviertan los daños
con un programa integral de responsabilidad social; es decir, un trabajo
conjunto y coordinado para implementar y mejorar programas educativos, de salud,
seguridad y ciudadanía. Aprovechar las maravillas que rodea cada uno de estos
pueblos para crear fuentes de ingresos en base a la agricultura, ganadería,
turismo, entre otras actividades que harían de un pueblo un verdadero
desarrollo sustentable.
SALPO: Culturalmente rico,
porque está rodeado de un legajo material impresionante, los restos
encontrados, las ruinas, los miradores son realmente balcones del cielo. Las
tradiciones en sus actividades diarias, en la agricultura y ganadería, en sus
festividades, forman parte de sus grandes fortalezas.